Cómo alimentar a un perro con huesos adecuadamente

Cómo alimentar a un perro con huesos

Siempre se nos dice que dar huesos a nuestros perros puede provocar una serie de problemas como dientes rotos, obstrucción en los intestinos e incluso asfixia en algunos casos. Pero si nos fijamos en las dietas ancestrales caninas, mucho antes de que el hombre domesticara a los perros y los convirtiera en mascotas, estos perros subsistían con casi cualquier cosa que pudieran encontrar en el patio trasero de la Madre Naturaleza, huesos y todo.

Es cierto que el hombre de la antigüedad no disponía de las herramientas científicas para determinar si los perros tenían los mismos problemas que los veterinarios y muchos dueños de mascotas tienen hoy en día a la hora de alimentar a los perros con huesos. Pero la cuestión es que los perros son omnívoros y también se consideran depredadores en estado salvaje. Están especialmente diseñados por la madre naturaleza para digerir y procesar carnes crudas, huesos y órganos internos. Entonces, ¿por qué parar ahora?

En este artículo intentaremos explorar por qué dar huesos a tu perro puede ser realmente beneficioso. Quizás lo más importante, veremos cómo puedes darle huesos a tu perro de la manera correcta y cómo abordar algunos de los problemas planteados por algunas personas sobre la práctica de alimentar a los perros con huesos.

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¿Por qué es beneficioso dar huesos crudos frescos a tu perro?

Hay muchas razones por las que dar huesos a tu perro se considera muy beneficioso. Estas son algunas de las razones más importantes:

Ácidos estomacales más potentes para facilitar la digestión.

Los estudios demuestran que los perros alimentados con comida cruda —carnes, huesos y todo lo demás— tienen un pH medio de sus ácidos gástricos de 1,5. Los perros alimentados con comida seca tienen ácidos gástricos con un valor de pH ligeramente superior, es decir, un poco menos ácidos, con un pH de 2,5. Aunque la mayoría de los dueños de mascotas consideran que ambos valores siguen siendo indicativos de acidez, hay que tener en cuenta que el pH 1,5 es más ácido que el pH 2,5.

Dicho esto, podemos asumir con seguridad que los perros que reciben carnes y huesos crudos tienen un sistema digestivo mucho más saludable, ya que sus ácidos gástricos son naturalmente más ácidos. Cuanto más ácidas son las secreciones gástricas, más eficiente es a la hora de digerir cualquier tipo de molécula alimenticia.

Solo imagina un fluido realmente ácido que puede derretir incluso el metal más duro. Es una analogía excepcional de cuán eficientes son los estómagos de perros alimentados con alimentos crudos. Lo que esto simplemente significa es que pueden digerir y procesar cualquier tipo de alimento mucho más fácilmente y con mayor eficiencia.

Por otra parte, los perros alimentados con pienso seco tienen ácidos estomacales menos ácidos. Sigue siendo ácido, aunque puede no ser tan eficaz como el de los perros alimentados con alimentos crudos. Por lo tanto, si se les dan huesos cocidos, es posible que no puedan digerir bien el alimento por el simple hecho de que sus ácidos gástricos no son tan ácidos. Esto también puede provocar el astillamiento del hueso, con las consiguientes lesiones en el revestimiento intestinal.

Esta es la razón por la que muchos veterinarios desaconsejan dar huesos a los perros. Lo que la mayoría no entiende es que los perros alimentados con comida seca tienen fluidos estomacales menos ácidos en comparación con los perros que han sido alimentados con comida cruda.

Dientes más limpios y encías más sanas.

Solo uno de cada 10 perros se alimenta crudo. Los otros 9 son alimentados con comida seca para perros disponible comercialmente. La incidencia de periodontitis y problemas de salud bucal en perros también es 90 por ciento. Si esto es o no una coincidencia, realmente no importa. Lo que importa es que los perros que reciben huesos crudos y frescos terminan teniendo una menor incidencia de enfermedades periodontales como inflamación de las encías y acumulación de sarro y placa.

Si bien es cierto que el pienso para perros ayuda a prevenir la acumulación de placa y sarro en los dientes de los perros, y encías, son menos eficientes en comparación con los huesos y cartílagos reales que los perros pueden morder, aplastar y cortar. Estos son más efectivos mecánicamente en la eliminación de partículas de alimentos y otros desechos que pueden convertirse en la fuente de alimento de bacterias y otros gérmenes que producen biopelículas en la superficie de los dientes.

Ahora bien, es importante que sólo se den huesos crudos porque estos son todavía más esponjosos o «tiernos» que los huesos cocidos. Cuando los huesos se cocinan, se elimina gran parte de su contenido mineral, incluidas las grasas y el colágeno, y quedan huesos quebradizos. Cuando tu perro come este hueso, existe la posibilidad de que lo aplaste y produzca astillas. Por eso es mejor darle huesos crudos.

Varios científicos han hecho un descubrimiento notable de que agregar huesos crudos a la dieta de tu perro puede reducir la incidencia de enfermedades dentales caninas. Por ejemplo, incluir rabo de toro en la dieta de los perros puede eliminar los cálculos dentales en tan solo 24 horas.

Proporciona nutrientes esenciales.

Como ya hemos mencionado anteriormente, cocinar huesos esencialmente elimina todos los nutrientes que se supone brindan una gran cantidad de beneficios a los perros. Los huesos carnosos proporcionan a los perros proteínas de alta calidad completas con su amplia gama de aminoácidos de fácil digestión para un crecimiento óptimo. Esto se traduce fácilmente en músculos más fuertes y tonificados. Y debido a que los perros son mascotas muy activas, tener músculos fuertes puede garantizar un estilo de vida más saludable y activo para tu perro.

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Los huesos de carne cruda también contienen grasas saludables y ninguna de las grasas trans que a menudo asociamos con los alimentos muy procesados, incluso los huesos que ahora se encuentran en las tiendas de animales. Los ácidos grasos que se encuentran en estos huesos crudos pueden ayudar a que tu perro tenga un pelo y una piel más sanos. También son importantes en la síntesis de ciertas hormonas, al tiempo que garantizan la integridad funcional de todas las células del cuerpo del perro, especialmente el sistema nervioso.

Servir a tu mascota huesos crudos carnosos también le proporciona el cartílago que tanto necesita, lo que ayudará a mejorar la salud de sus articulaciones. Realmente no hay necesidad de complementar a tu perro con costosos preparados de glucosamina, MSM y preparaciones de condroitina simplemente porque ya está obteniendo suficiente de los huesos crudos que le das.

Los huesos crudos también son ricos en calcio y fósforo, lo que fortalece aún más los huesos de tu perro. Tienen selenio, magnesio y cobre para beneficios adicionales para la salud, especialmente en mejorar el funcionamiento del sistema inmunológico de tu mascota.

Cómo darle huesos a tu perro de la manera correcta

Uno de los mayores errores que comete la gente, cada vez que tiene que dar huesos a sus perros, es que los cocinan o, peor aún, compran en las tiendas de animales huesos que han sido procesados y envasados en seco de forma que muchos de los nutrientes esenciales del hueso ya han desaparecido. Esta no es forma de proporcionar alimento a nuestros perros. La única forma —la correcta— de alimentar a los perros con huesos es dándoles huesos frescos, crudos y carnosos.

La pregunta ahora es: ¿dónde puedes obtener huesos carnosos de alta calidad para dárselos a tu perro?

Obviamente, no puedes comprar huesos crudos de un vendedor con una reputación cuestionable. Si puedes obtener los huesos crudos de tu carnicero de confianza, uno que sabes que almacena la carne correctamente, entonces eso sería realmente ideal. Aún más ideal es si crías los animales cuyos huesos terminarán eventualmente en el plato de tu perro. Esta es, sin duda, la mejor manera de servirle a tu mascota huesos crudos de muy alta calidad.

Debe quedar claro que los huesos crudos no deben ser la única fuente de nutrientes para tu mascota. Recuerda que tu perro también se beneficiará de verduras y frutas saludables, así como de cereales más saludables debido a los nutrientes y antioxidantes que contienen estos alimentos. Entonces, ¿cuánto hueso crudo debes incluir en la dieta de tu mascota?

No hay estándares en cuanto al porcentaje exacto de huesos crudos para darle a tu mascota. Sin embargo, una buena medida son las características de las heces de tu mascota. Si a tu perro le resulta más difícil evacuar las heces cada vez que le das huesos crudos, eso simplemente significa que tu mascota está consumiendo más huesos crudos de los que es totalmente capaz.

Lo mismo ocurre si notas que el color de las heces es un poco blanco amarillento debido a la presencia de calcio. Otras condiciones pueden provocar estreñimiento. Por eso es importante considerar el momento de estas observaciones. Si observas esto después de darle huesos a tu perro, entonces existe una gran posibilidad de que le hayas dado una mayor cantidad de huesos de lo necesario.

Hoy en día, los expertos dicen que entre el 5 y el 10 por ciento de la dieta de tu perro debería ser suficiente. Lo que recomendamos, sin embargo, es alimentar a tu perro con huesos no a diario, sino al menos una vez a la semana. De esta manera se puede observar la regla del 5 al 10 por ciento.

Problemas relacionados con la alimentación con huesos para perros y cómo manejarlos.

Sería muy injusto si no abordamos algunos de los problemas planteados por muchos dueños de mascotas con respecto a la alimentación con huesos de los perros. En esta sección, trataremos de analizar estos problemas uno por uno y determinar la mejor manera de manejarlos sin sacrificar la necesidad de tu mascota de huesos frescos crudos de alta calidad, nutritivos y verdaderamente beneficiosos.

Dientes agrietados.

Es cierto que tanto los huesos cocidos como los frescos y crudos pueden agrietar los dientes. Sin embargo, esto puede evitarse dando a tu perro los tipos adecuados de huesos carnosos y evitando, en la medida de lo posible, los huesos grandes de las patas. Estos son más densos que otros tipos de huesos. Y aunque los premolares de los perros están especialmente adaptados para triturar cualquier tipo de hueso, es crucial evitar los huesos más grandes y densos, ya que pueden agrietar los dientes de tu perro.

Una alternativa mejor es dar a tu mascota rabo de buey, ya que es algo más «blando» o menos denso que los huesos de las patas. Los huesos del rabo de toro también son más pequeños y suelen estar rodeados de carne y capas de tejidos colágenos. Estos huesos tienen una mayor cantidad de cartílago, lo que los hace excepcionalmente masticables para tu mascota.

Impactación intestinal.

Hemos mencionado que alimentar a los perros con huesos crudos puede ayudar a que sus ácidos estomacales sean más ácidos. Sin embargo, hay que entender que no aumenta la cantidad de ácidos estomacales. Por lo tanto, si le das a tu mascota más comida de la que sus ácidos estomacales pueden procesar de forma segura y eficaz, estás favoreciendo la impactación en su intestino.

Deja un cubo lleno de alitas de pollo y tu perro lo devorá en un santiamén. Lamentablemente, debido a que el volumen de comida es simplemente demasiado para que los ácidos gástricos lo procesen, habrá casos en los que estos alimentos no digeridos causarán una obstrucción en el intestino de tu mascota. El problema se agrava cuando la comida de huesos está cocida. Esto facilitará que tu perro consuma cantidades mayores de las que su estómago puede procesar completamente.

Asfixia.

Cualquier tipo de alimento tiene el potencial de provocar asfixia en los perros, no solo los huesos. Como tal, al dar huesos a los perros, es importante estar muy atento. Por ejemplo, cachorros y perros alimentados exclusivamente con pienso para perros o comida enlatada para perros toda su vida pueden correr un mayor riesgo de asfixia debido a que el esófago es más blando.

A los perros que tienen la cara chata y a los que les faltan dientes también les resultará más difícil desmenuzar los huesos, por lo que será mucho más fácil que traguen trozos grandes, lo que aumentará el atragantamiento. Los perros demasiado entusiastas pueden tragarse huesos enteros por miedo a que otros perros se los roben. Como norma general, comprueba siempre el tamaño de tu perro. Si sigues teniendo miedo, dale huesos «más blandos» para que pueda masticarlos con facilidad.

Comportamiento agresivo.

Hay quienes creen que dar huesos crudos a los perros puede provocar agresividad canina. Por desgracia, nada más lejos de la realidad. Los perros que se alimentan tienen una tendencia natural a «vigilar» su comida. Dales un cuenco de comida para perros y gruñirán a otros perros que se acerquen a su lado. Lo mismo ocurre con el juguete favorito de tu perro. Si intentas quitárselo, tu perro mostrará un comportamiento de guardia. Esto no tiene nada que ver con comer huesos crudos.

Los huesos crudos, frescos y carnosos deben formar parte habitual de la dieta de tu perro. Son ricos en nutrientes, ayudan a garantizar unas encías y dientes más sanos y favorecen también una digestión más saludable. Sin embargo, es importante que sepas cómo dar correctamente huesos a tu perro para obtener todos estos beneficios.

Fuentes:

• Dog Nutrition Tips, American Society for the Prevention of Cruelty to Animals.
• Can Dogs Eat Bones?, The American Kennel Club.