¿Por qué a los perros les encanta comer nieve?

¿Por qué a los perros les encanta comer nieve?

¿Has probado alguna vez a beber una taza de té helado en un frío día de invierno? Suena ridículo, ¿verdad? Preferirías una taza de cacao caliente en un día así. Pues bien, tu perro no siempre piensa que una taza de cacao caliente sea una buena idea. De hecho, ¡prefiere comer nieve en un día frío de invierno!

¿Por qué? Averigüémoslo.

¿Por qué a los perros les gusta comer nieve?

Existen muchas teorías y argumentos sobre por qué a los perros les gusta comer nieve. Pero, aquí hay algunos que la mayoría de los dueños de perros estarían de acuerdo.

Fascinación por la nieve

A los perros les encanta la nieve simplemente porque la encuentran fascinante. Es algo nuevo, es suave, esponjosa y difícil de atrapar. ¿No son éstas razones suficientes para que a los perros les encante la nieve?

Algunos perros se vuelven locos cuando ven la nieve y no pueden controlarse. En su entusiasmo, acaban comiendo nieve sin ni siquiera darse cuenta de lo que está pasando.

Deshidratación

Una de las razones más científicas para que los perros coman nieve es la deshidratación. Durante los inviernos, las probabilidades de deshidratación son altas porque el clima es seco y carece de humedad, a menos que se viva en un lugar frío y húmedo. Por eso necesitamos más agua durante los inviernos.

Desgraciadamente, la mayoría de nosotros no nos damos cuenta de ello y puede que no dejemos agua extra también para nuestros perros. El cuenco de agua que dejas para tu perro puede no ser suficiente y comer nieve es la forma natural del perro para satisfacer sus necesidades de hidratación.

De hecho, comer nieve es una mejor forma de hidratación que beber el agua rancia que se guardó en el cuenco hace unos días. Muchos dueños de perros no se dan cuenta de que tienen que cambiar el agua a menudo, aunque en el cuenco aún quede bastante agua. Como humanos, ¿alguna vez bebemos un sorbo de agua de un vaso, lo dejamos en la encimera de la cocina durante unos días y luego volvemos a beber la misma agua? Entonces, ¿cómo podemos esperar que nuestros perros hagan eso?

Los perros tienen un agudo sentido del olfato y por eso pueden preferir comer nieve antes que el agua rancia guardada en el cuenco del perro durante muchos días. Los estudios demuestran que los perros se deshidratan mucho más rápido que los humanos y necesitan más agua para reponer los líquidos del organismo.

Si no cambias el agua del cuenco al menos un par de veces al día, el perro optará por la nieve en un día invernal. Por desgracia, la nieve fresca ni siquiera tiene tanta agua. Sólo contiene un cinco por ciento de agua, por lo que es posible que tu perro tenga que comer nieve durante todo el día para conseguir la hidratación que necesita.

Así que, para evitarlo, mantén un cuenco de agua potable para tu perro, preferiblemente durante todo el año.

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Ama el sabor

Al igual que los humanos, algunos perros también tienen un gusto extraño. Les encanta picotear nieve y van repetidamente a comérsela.

Pero los dueños de mascotas deben tener cuidado con este comportamiento, ya que comer demasiada nieve puede causar problemas intestinales a tu perro. En muchas ocasiones, le provoca diarrea y acabarás limpiando la alfombra más a menudo de lo que te gustaría. Por eso, vigila a tu perro y asegúrate de que no come demasiada cantidad de su «tentempié» favorito.

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Problemas médicos

Aunque puede ser divertido ver a tu perro coger un poco de nieve y comérsela, podría haber mucho más detrás de ese antojo.

Además de la deshidratación, la locura por comer nieve podría apuntar a varias condiciones subyacentes como la enfermedad de Cushing, cálculos renales y más.

Así que, si ves que tu perro tiene antojo constante de nieve, empieza con un cuenco de agua. Cuando eso no ayude, lleva a tu perro al veterinario. Tal vez puedas hacer una o dos fotos de tu perro comiendo nieve para tu propia felicidad, pero puede que no sea un momento feliz para tu perro, ya que tiene que lidiar con problemas médicos subyacentes a esta manía.

Predisposición genética

Aunque tu perro sea ahora un animal de compañía, no lo fue durante muchos siglos. Esto significa que tu perro está genéticamente predispuesto a comer nieve para hidratarse, porque es algo que sus antepasados hacían en la naturaleza.

Estos genes podrían haberse transmitido a tu perro, por lo que podría sentirse inclinado a comer nieve para hidratarse. Recuerda, las fuentes de agua se congelan en la naturaleza durante los inviernos y la nieve era la mejor fuente de agua posible siguiendo a la caza de animales pequeños. Así pues, tu perro simplemente tiene una predisposición genética a la nieve y se la come.

Ahora que hemos visto algunas razones, la siguiente gran pregunta es ¿debes permitir que tu perro coma nieve?

¿Debe comer nieve tu perro?

Pues sí, pero en cantidades limitadas. Si a tu perro le apetece la nieve o si sus instintos naturales le hacen sentir ganas de comer nieve, no hay nada malo en que lo haga.

Pero, como dueño de una mascota, debes buscar un patrón. ¿Tu perro sólo quiere comer nieve por diversión? ¿O parece que realmente la necesita? En el primer caso, está bien dejar que se divierta. Puede que con el tiempo se aburra del frío y quiera acurrucarse contigo.

Pero, si se trata de la segunda razón, mantén un cuenco con agua fresca y comprueba si eso le ayuda. Si tu perro sigue comiendo nieve, llévalo al veterinario para que compruebe si hay algún problema médico subyacente. Podría ser más de lo que parece a simple vista.

En resumen, a los perros les encanta comer nieve por muchas razones.