Cáncer de mama en perros: ¿Pueden tenerlo?

Cáncer de mama en perros

Hoy en día, gracias a la mejora de la dieta, los cuidados veterinarios y las vacunas, nuestros perros viven más que nunca. Al igual que ocurre con los humanos, esto significa que pueden ser víctimas de una mayor variedad de afecciones médicas a medida que sus cuerpos envejecen. El cáncer es una de estas enfermedades, y en este artículo nos centraremos específicamente en lo que llamaríamos «cáncer de mama» en los humanos.

Cuando hablamos de perros, no solemos referirnos al término «mamas», sino a las «glándulas mamarias». En lugar de dos mamas, una perra tiene dos filas de cinco glándulas mamarias que descienden por el pecho hasta la zona abdominal inferior. Externamente, se muestran como pezones; las glándulas mamarias, bajo la superficie de la piel, producen la leche que alimenta a sus cachorros recién nacidos.

Esto no quiere decir que los perros macho no tengan glándulas mamarias, ni que no contraigan cáncer de mama. Sigue leyendo para conocer más detalles sobre el cáncer de mama en perros, su tratamiento y el pronóstico si a tu perra se le diagnostica esta enfermedad.

¿Cuál es la probabilidad de que mi perro sea diagnosticado con tumores de las glándulas mamarias?

Las perras son más propensas a contraer tumores de las glándulas mamarias que los machos. La incidencia de cáncer de mama en perras mayores de cuatro años no esterilizadas es de alrededor del 25%. Pero aunque es raro, los perros machos pueden sufrir la afección. Desafortunadamente, es mucho más probable que sea grave en los machos, ya que la enfermedad se propagará agresivamente, reduciendo las posibilidades de un tratamiento efectivo.

¿Cuáles son los síntomas de los tumores de las glándulas mamarias en los perros?

Cuando estas acariciando a tu perro, puedes notar bultos o protuberancias en el área alrededor de las glándulas mamarias o cerca de los ganglios linfáticos. Pueden ser suaves o irregulares al tacto. Los bultos pueden ser pequeños pero mostrarán signos de crecimiento, a veces de manera agresiva, si no se controlan.

Es importante que cuides rutinariamente a tu perro, aseándolo, acariciándolo y tocándolo con regularidad, ya que es una excelente oportunidad para detectar nuevos crecimientos.

Los síntomas que puedes observar son los siguientes:

• Bultos únicos o múltiples localizados en las glándulas mamarias, especialmente alrededor de uno o varios pezones.
• Sangrado o secreción de los pezones.
• Los bultos suelen crecer lentamente.
• La superficie de la piel puede parecer ulcerada, inflamada, infectada o puede experimentar un adelgazamiento del tejido.
• Las masas benignas pueden moverse libremente bajo la superficie al palparlas con los dedos.
• Las masas malignas pueden ser difíciles de mover cuando se manipulan con los dedos porque están fijas a la pared corporal o a la piel.

Sean cuales sean los síntomas que observes, es importante que no cunda el pánico, ya que hay alrededor de un 50% de probabilidades de que los bultos que encuentres sean benignos. Otras enfermedades también pueden provocar síntomas similares, por lo que el diagnóstico de cáncer no es inexorable. Pero acude al veterinario lo antes posible. La enfermedad sólo puede tratarse correctamente una vez identificada.

¿Cómo se diagnostica el cáncer en perros?

• El veterinario generalmente tomará muestras de sangre y orina.
• Tu perro será sometido a radiografías de tórax y abdomen para comprobar que se han detectado todos los tumores y que ninguno se ha extendido («metastatizado«).
• El veterinario tomará muestras de la masa y de los ganglios linfáticos insertando una aguja fina en las zonas afectadas. Alternativamente, será necesaria una biopsia, donde se necesita cirugía para cortar la masa y tomar una muestra más grande. En este caso, puede ser necesaria una anestesia o sedación. Los análisis de laboratorio determinarán si los bultos son malignos o benignos.

¿Cómo se trata el cáncer en perros?

Nuevamente, al igual que con los humanos, cuanto antes se detecte y diagnostique la afección, mayores serán las posibilidades de recuperación y supervivencia.

La principal vía de actuación suele ser la cirugía para extirpar el tumor o tumores. En función del tipo de tumor, el ritmo de crecimiento y propagación y la edad del perro, el veterinario puede limitarse a extirpar el bulto. También puede decidir extirpar el tumor, el tejido circundante, las glándulas mamarias y los ganglios linfáticos. Si no es posible extirpar todo el tumor, se extraerá la mayor cantidad posible.

La cirugía tiene buenas probabilidades de éxito, y la buena noticia es que los perros suelen recuperarse bastante rápido de la intervención. Si tu perro goza de buena salud, puede volver a la normalidad en unos quince días. Sin embargo, seguirá necesitando frecuentes visitas de seguimiento con su veterinario u oncólogo.

Hasta la fecha, la quimioterapia y la radioterapia no se han utilizado habitualmente como tratamientos para los tumores de glándula mamaria en perros, aunque las nuevas tecnologías y los avances médicos hacen que estas vías sean cada vez más posibles. Tu veterinario te aconsejará sobre la idoneidad de uno u otro tratamiento, a menudo tras consultar con un especialista en oncología.

La quimioterapia consiste en el uso de fármacos sistémicos para destruir cualquier célula cancerosa restante. La radioterapia consiste en administrar radiación dirigida a los tumores que no pueden extirparse por completo o a los tumores que no se han extendido a otras partes del cuerpo. Ambos tratamientos atacan también a las células sanas y pueden hacer que tu perro se sienta indispuesto, con efectos secundarios como diarrea, vómitos, falta de apetito, caída del pelo y/o disminución del recuento de glóbulos blancos (lo que le hace más propenso a otras infecciones).

Para prevenir la reaparición del cáncer, también se puede esterilizar al perro si aún no se ha hecho. En la actualidad hay pocas pruebas médicas que demuestren que la esterilización de los perros no castrados, especialmente las hembras mayores, evite la reaparición del cáncer, pero algunos veterinarios pueden recomendar esta opción.

¿Qué puede afectar el tipo de tratamiento que recibe tu perro?

Al decidir cómo abordar el problema, tu veterinario tendrá en cuenta la edad de tu perro y cualquier otro problema de salud que padezca actualmente. Otros factores importantes incluyen la cantidad de tumores y su ubicación. En general, cuanto más profundo dentro del tejido se encuentra el tumor, más difícil es extirparlo y mayor es la posibilidad de que el cáncer se propague.

Las muestras de biopsia, las radiografías, la orina y los análisis de sangre que realice el veterinario se analizarán para determinar el tipo de tumor y la mejor forma de tratamiento para tu perro específicamente.

¿Cuál es el pronóstico para mi perro una vez que ha sido diagnosticado?

Las tasas de supervivencia dependen del tipo, la gravedad y la diseminación de los tumores. El pronóstico para los perros que han tenido tumores benignos es excelente. Y si un tumor maligno se detecta y se extirpa en su totalidad antes de que alcance los 5 cm de diámetro, es muy probable que tu perro permanezca en remisión durante mucho tiempo.

Pero si el carcinoma se ha diseminado a los ganglios linfáticos o ha hecho metástasis en todo el cuerpo, es probable que, lamentablemente, la vida útil de tu perro sea limitada. El veterinario discutirá esto contigo en detalle antes de tomar cualquier decisión sobre el tratamiento.

¿Cómo puedo evitar que mi perro desarrolle cáncer de mama?

No hay forma de erradicar por completo la posibilidad de cáncer de mama en perros, ya que es probable que las causas de esta enfermedad sean hereditarias o debidas a hormonas. Pero hay formas en que puedes cuidar la salud general de tu mascota que ayudarán a minimizar sus posibilidades de contraer esta enfermedad. Por lo general, esto también asegurará que esté en forma y saludable de otras maneras y que sea capaz de combatir una variedad de enfermedades e infecciones.

Si tienes un cachorro o una perra joven, esterilizarla antes de que entre en celo por primera vez reducirá en gran medida las probabilidades de que desarrolle tumores mamarios. Si has perdido esta oportunidad, incluso esterilizarla antes de que cumpla 2,5 años disminuirá la probabilidad de que desarrolle la enfermedad. Sin embargo, después de esa edad, los beneficios de la esterilización como prevención contra el cáncer no están demostrados.

Mantén el peso de tu perra dentro de los límites normales para su raza. Existe una estrecha relación entre el sobrepeso y la obesidad y la incidencia de muchos tipos de cáncer. Mantenerla tan esbelta y delgada como debería también aumenta las posibilidades de detectar a tiempo enfermedades potencialmente peligrosas. Si está cubierta de rollitos de grasa, no es tan fácil detectar los bultos y protuberancias asociados a tumores cancerosos.

Al igual que se aconseja a los humanos que realicen revisiones periódicas de su cuerpo para detectar bultos y protuberancias, debes hacer lo mismo con tu perro. Como ya se ha dicho, detectar los problemas en una fase temprana aumenta enormemente las posibilidades de éxito del tratamiento. Es posible detectar los bultos antes de que se vuelvan malignos o se extiendan a otras partes del cuerpo.

Cuando la acaricies o la cepilles, pásale las manos por debajo de las axilas delanteras, alrededor del vientre y bajando hacia las axilas traseras y la zona inguinal. Cualquier mancha o bulto nuevo debe señalarse al veterinario lo antes posible; no vale la pena esperar a ver si crece o si aparecen más bultos y protuberancias.

¿Algunos tipos de perros son más propensos que otros a contraer tumores de las glándulas mamarias?

Como ya se mencionó, el género es ciertamente un factor: significativamente más perras que machos son diagnosticadas con esta condición. Pero eso no quiere decir que los machos nunca contraigan cáncer de mama, así que controla con frecuencia y estate atento a los síntomas anteriores.

La genética también juega un papel, con algunos razas más propensas que otras a verse afectadas por tumores malignos de mama. Éstos incluyen:

• Boston Terrier
• Brittany Spaniels
• Cocker Spaniel
• Setter Inglés
• Fox Terrier
• Lhasa Apsos
• Pointers
• Caniches

Terminar en Positivo…

Recuerda que encontrar un bulto en el cuerpo de tu perro, o incluso que te digan que tiene cáncer, no es una sentencia de muerte. Los tratamientos están mejorando todo el tiempo y las posibilidades de los perros de sobrevivir al cáncer también lo hacen.

No escondas la cabeza en la arena y evita el problema: haz que el veterinario revise a tu mascota lo antes posible y, sobre todo, mantente positivo en todo momento. Tu perro se dará cuenta de tu estado de ánimo y, aunque no es necesariamente científico, la positividad realmente puede ayudar con la recuperación.

Fuentes:

• Dr. McEntee, Mammary Tumors, Cornell University College of Veterinary Medicine
• Cancer in Pets, American Veterinary Medical Association
• Canine Mammary Tumors, College of Veterinary Medicine
• Photo by Ehteshamul Haque Adit